Creo que es muy importante repasar tres ingredientes básicos de una Iglesia en casa.
Tiene un destino.
Cada casa, cada reunión de cristianos debe buscar el propósito para el cual se juntan, el propósito es lo que los va a empujar a seguir adelante. Cuando una casa no tiene un propósito claro y definido, pronto se cansarán de reunirse. Pronto esa casa sufrirá de agotamiento crónico, concluyendo en la terminación del grupo.
El destino es lo que te atrae y genera una fuerza que permite al grupo permanecer en la lucha a través de las circunstancias. La casa o reunión o junta como quieras llamarle se convierte en un motor que mueve a la gente, por la simple razón de tener un destino.
Este destino se convierte en acción. Hay DivinoActividad. Hay movimiento se va porque se está trabajando en algo. Esta actividad no tiene nada que ver con el entendimiento de la Gracia. Esta actividad más bien es el entendimiento que las obras son para que caminemos en ellas.
Es Dioscéntrica.
La Iglesia en casa gira alrededor de Dios. No gira alrededor de una persona, ni de una doctrina ni de un formato específico de reunión. Se mueve en el entendimiento que Cristo es la cabeza de la Iglesia.
No se trata de instalar doctrinas usando el sistema de la Iglesia en las casas, se trata de preparar una estructura flexible y sólida que permita que Cristo se manifieste como lo que hemos dicho por siglos que es pero que no le hemos dado oportunidad de hacerlo. Que realmente gobierne su Iglesia.
Por eso es que la Iglesia en casa cuida mucho no hacer “formatos” de reunión, sino más bien desarrollar el oído espiritual para que al escuchar Su Voz podamos obedecerlo.
No queremos hacer una predicación muy bonita que enseñe que Cristo es la cabeza de la Iglesia, lo que queremos es que en nuestra casa el se manifieste como Señor de la Iglesia.
Se basa en relaciones interpersonales fuertes y sólidas de largo plazo.
En una iglesia en casa no se busca tener compañeros de creencia. Lo que se busca es tener verdaderos lazos familiares que nos muevan a responder con nuestra vida si es necesario por el bien del otro. Tal vez esto suene muy idealista pero es el punto al que se intenta llegar.
No vamos a una casa solo porque creen en lo mismo que nosotros, sino que nos integramos a un núcleo familiar para ser aceptados como somos y aceptar a los demás como son, siendo el amor el pegamento que adhiere nuestras vidas al Cuerpo de Cristo en la tierra.
El entendimiento de la familia provoca un compromiso con la misma.
Armando Carrasco Z
Iglesia en casas, Iglesia en todo lugar.
sábado, 1 de marzo de 2008
sábado, 23 de febrero de 2008
Iglesia casual.
Una de las características de la iglesia dirigida bajo un sistema sacerdotal es la formalidad. Este “pequeño” aspecto parece insignificante pero tiene una repercusión muy grande. El sistema sacerdotal procura que las reuniones y la manera de llevar la Iglesia sea muy formal. Hago referencia a formal como adjetivo que quiere decir relativo a la forma. Para los sacerdotes es muy importante seguir la forma, seguir al pie de la letra los protocolos, es parte de su esencia. No se pueden mover en ambientes donde los protocolos no son estables. El formalismo son los barandales en los cuales descansa su ministerio.
Sin embargo, formal se asocia también con alguien responsable y serio, pero no es a esa formalidad a la que me refiero, por lo que le llamare “formalismo”. El sistema sacerdotal es formalista. Para el sistema sacerdotal la forma lo es todo. Ellos interpretan Mateo 18:20 de la siguiente manera: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, que canten dos de alabanza y dos de adoración, que la revelación sólo le llegue a los pastores, que se den los diezmos, que asistan religiosamente todos los domingos a la congregación, que oren todos los días, que lean su Biblia todos los días, que haya predicación y enseñanza, entonces allí estoy en medio de ellos” la Biblia no se anda con formalismos dice muy claramente que donde dos o tres se reúnen en su nombre allí está Él en medio de ellos.
Si dos cristianos se reúnen en un café y no cantan ni un solo canto y no esperan que la revelación le llegue a su pastor, y no dan diezmos y ese día no han orado ni leído la Biblia, en ese momento en que están reunidos en su nombre ¡allí está Dios en medio de ellos! Sin mayores protocolos. El formalismo apaga la espontaneidad. Por eso cuando la Iglesia se reúne en una casa, lo primero que debemos evitar es el formalismo. La Iglesia en casa es casual. Y si nos vamos al diccionario dice que casual es cuando algo sucede por casualidad, en nuestro caso sabemos que no es casualidad, mas bien sucede por que Dios se está moviendo. Pero de una manera flexible y nuestras reuniones deben tener la capacidad de moverse como Él se mueva.
La iglesia en casas es más flexible con las formas. No se tienen que seguir los protocolos, ni seguir las formas sacerdotales para esperar que un “hombre de Dios profesional” le hable al grupo. Dentro de esa forma casual de interactuar de los miembros se escucha la voz de Dios. No por un sermón sino por la voz del Cuerpo. Es impresionante cuando nos damos cuenta que Dios nos habla a través de su Cuerpo aquí en la Tierra. Y ese cuerpo está formado por gente común y corriente, no es la elite de un pequeño grupo de hombres escogidos, sino que es el conjunto de hombres y mujeres hijos de Dios que son guiados por su Espíritu Santo.
Las reuniones en Casa son espontáneas, son casuales y sin formalismos. La Iglesia en las casas son formales en el sentido que se responsabilizan de sus actos y toman en serio las cosas de Dios. En ese sentido son formales, pero si hablamos de adjetivo, prefiero usar la palabra casual, donde las cosas se dan espontáneamente.
Armando Carrasco Z
Iglesia en casa, Iglesia en todo lugar.
Sin embargo, formal se asocia también con alguien responsable y serio, pero no es a esa formalidad a la que me refiero, por lo que le llamare “formalismo”. El sistema sacerdotal es formalista. Para el sistema sacerdotal la forma lo es todo. Ellos interpretan Mateo 18:20 de la siguiente manera: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, que canten dos de alabanza y dos de adoración, que la revelación sólo le llegue a los pastores, que se den los diezmos, que asistan religiosamente todos los domingos a la congregación, que oren todos los días, que lean su Biblia todos los días, que haya predicación y enseñanza, entonces allí estoy en medio de ellos” la Biblia no se anda con formalismos dice muy claramente que donde dos o tres se reúnen en su nombre allí está Él en medio de ellos.
Si dos cristianos se reúnen en un café y no cantan ni un solo canto y no esperan que la revelación le llegue a su pastor, y no dan diezmos y ese día no han orado ni leído la Biblia, en ese momento en que están reunidos en su nombre ¡allí está Dios en medio de ellos! Sin mayores protocolos. El formalismo apaga la espontaneidad. Por eso cuando la Iglesia se reúne en una casa, lo primero que debemos evitar es el formalismo. La Iglesia en casa es casual. Y si nos vamos al diccionario dice que casual es cuando algo sucede por casualidad, en nuestro caso sabemos que no es casualidad, mas bien sucede por que Dios se está moviendo. Pero de una manera flexible y nuestras reuniones deben tener la capacidad de moverse como Él se mueva.
La iglesia en casas es más flexible con las formas. No se tienen que seguir los protocolos, ni seguir las formas sacerdotales para esperar que un “hombre de Dios profesional” le hable al grupo. Dentro de esa forma casual de interactuar de los miembros se escucha la voz de Dios. No por un sermón sino por la voz del Cuerpo. Es impresionante cuando nos damos cuenta que Dios nos habla a través de su Cuerpo aquí en la Tierra. Y ese cuerpo está formado por gente común y corriente, no es la elite de un pequeño grupo de hombres escogidos, sino que es el conjunto de hombres y mujeres hijos de Dios que son guiados por su Espíritu Santo.
Las reuniones en Casa son espontáneas, son casuales y sin formalismos. La Iglesia en las casas son formales en el sentido que se responsabilizan de sus actos y toman en serio las cosas de Dios. En ese sentido son formales, pero si hablamos de adjetivo, prefiero usar la palabra casual, donde las cosas se dan espontáneamente.
Armando Carrasco Z
Iglesia en casa, Iglesia en todo lugar.
domingo, 28 de octubre de 2007
Cuando te acercas a las personas.
Cuando empiezas a hacer Iglesia en casa y en todo lugar sucede un pequeño fenómeno, al empezar a convivir de una manera más cercana, más frecuente y más íntima el resultado natural es que podemos conocer a la persona mejor, conocer sus virtudes y defectos, sus sueños y fracasos.
Pero es tan cercana esa relación que cuando tú estás viendo a la otra persona, estás tan cerca que la otra persona también puede verte tal y como eres.
En la casa la relación no es de “compañeros de fe” o de ideología, en casa somos familia, y eso cambia todo. Conoces y te conocen.
Aquí cabe perfectamente lo que dice la Biblia:
“¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.”
Lucas 6:41-42
Cuando tú ves la paja en el ojo de tu amigo, es seguro que te has acercado lo suficiente como para que él pueda ver también cualquier basurita que tengas en el ojo.
Esa es una ventaja de convivir realmente con otros cristianos, que te proteges dejando que todos te conozcan, en una convivencia cercana quedamos expuestos ante todos y los demás quedan expuestos entre sí. Esta protección se da para dos cosas básicamente.
Primero para practicar la misericordia, la paciencia y la labor de ayudar a los otros a ser mejores.
Y segundo, nos sirve para darnos cuenta de que somos amados y aceptados tal y como somos, que no necesitamos aparentar nada para ser aceptados.
Cuando veas la paja en el ojo de tu amigo, se misericordioso, y ayúdalo, no sólo le digas ¡tienes una paja en tu ojo! ¡Qué horror! Recuerda que te habrás acercado tanto que tu amigo también ya vio tus “pajas” o como dice la Biblia tus “vigas”. Ayúdalo a sacar su paja con misericordia y gracia.
Armando Carrasco Z.
Pero es tan cercana esa relación que cuando tú estás viendo a la otra persona, estás tan cerca que la otra persona también puede verte tal y como eres.
En la casa la relación no es de “compañeros de fe” o de ideología, en casa somos familia, y eso cambia todo. Conoces y te conocen.
Aquí cabe perfectamente lo que dice la Biblia:
“¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.”
Lucas 6:41-42
Cuando tú ves la paja en el ojo de tu amigo, es seguro que te has acercado lo suficiente como para que él pueda ver también cualquier basurita que tengas en el ojo.
Esa es una ventaja de convivir realmente con otros cristianos, que te proteges dejando que todos te conozcan, en una convivencia cercana quedamos expuestos ante todos y los demás quedan expuestos entre sí. Esta protección se da para dos cosas básicamente.
Primero para practicar la misericordia, la paciencia y la labor de ayudar a los otros a ser mejores.
Y segundo, nos sirve para darnos cuenta de que somos amados y aceptados tal y como somos, que no necesitamos aparentar nada para ser aceptados.
Cuando veas la paja en el ojo de tu amigo, se misericordioso, y ayúdalo, no sólo le digas ¡tienes una paja en tu ojo! ¡Qué horror! Recuerda que te habrás acercado tanto que tu amigo también ya vio tus “pajas” o como dice la Biblia tus “vigas”. Ayúdalo a sacar su paja con misericordia y gracia.
Armando Carrasco Z.
martes, 9 de octubre de 2007
El abrazo.
La Biblia comenta en Proverbios 3:5 que todo tiene su tiempo y pone muchos ejemplos uno de ellos dice: “…tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar.”
Este versículo ha dado vueltas en mi cabeza últimamente. Amigos que no son creyentes me han dicho el impacto que produce en sus vidas cuando llegan una reunión cristiana y todos se abrazan “como si se quisieran mucho” o “como si fueran los grandes amigos” en palabras textuales. Creo que aparte de transmitir el cariño y amor por las personas, el abrazo es testimonial.
Por un lado el abrazo, según estudios científicos, provocan los siguientes beneficios:
- Se siente bien
- Deshace la soledad
- Derrota el miedo
- Abre las puertas a las sensaciones
- Ayuda al auto estima (¡súper, alguien me quiere!)
- Alienta el altruismo (¡tengo ganas de abrazar a todos!)
- Retrasa el envejecimiento
- Ayuda a reducir el apetito (¡de verdad! Eso dicen)
- Ayuda a reducir la tensión
- Ayuda con el problema del insomnio
Además, como dicen, el abrazo no necesita de pilas ni de instrumentos ni afecta la ecología, sino sólo se necesitan ganas de darlo.
Yo creo que un abrazo dice mucho más de lo que aparenta. Y creo que es una de las formas de manifestar al mundo que nos amamos. Y no me refiero al abrazo político, en el cual sólo se da para la foto. Me refiero al abrazo franco que expresa lo que sentimos.
Fomentemos en nuestras casas, el abrazo. Es bueno para el corazón.
Armando Carrasco Z.
Este versículo ha dado vueltas en mi cabeza últimamente. Amigos que no son creyentes me han dicho el impacto que produce en sus vidas cuando llegan una reunión cristiana y todos se abrazan “como si se quisieran mucho” o “como si fueran los grandes amigos” en palabras textuales. Creo que aparte de transmitir el cariño y amor por las personas, el abrazo es testimonial.
Por un lado el abrazo, según estudios científicos, provocan los siguientes beneficios:
- Se siente bien
- Deshace la soledad
- Derrota el miedo
- Abre las puertas a las sensaciones
- Ayuda al auto estima (¡súper, alguien me quiere!)
- Alienta el altruismo (¡tengo ganas de abrazar a todos!)
- Retrasa el envejecimiento
- Ayuda a reducir el apetito (¡de verdad! Eso dicen)
- Ayuda a reducir la tensión
- Ayuda con el problema del insomnio
Además, como dicen, el abrazo no necesita de pilas ni de instrumentos ni afecta la ecología, sino sólo se necesitan ganas de darlo.
Yo creo que un abrazo dice mucho más de lo que aparenta. Y creo que es una de las formas de manifestar al mundo que nos amamos. Y no me refiero al abrazo político, en el cual sólo se da para la foto. Me refiero al abrazo franco que expresa lo que sentimos.
Fomentemos en nuestras casas, el abrazo. Es bueno para el corazón.
Armando Carrasco Z.
martes, 2 de octubre de 2007
Slow Food VS Fast Food.
La comida fast food representa un estilo de vida, no sólo es un mecanismo de la mercadotecnia, representa todo un estilo de vida.
Como todos sabemos los principales promotores de la comida Fast Food y su ineherente forma de vida, son los americanos.
Ellos han creído que hacer las cosas rápido tiene mucho que ver con productividad, y así lo exportaron a todo el mundo. Pero esto está cambiando. Europa está demostrando que productividad no quiere decir hacer las cosas rápido.
Hace algunos años empezó el movimiento “Slow Food”, el cual se promueve que los alimentos deben disfrutarse al máximo, con el debido tiempo que se lleve todo el ritual de la comida.
Este movimiento tiene su sede en Italia y su logotipo es un caracol. Este movimiento despertó el análisis de muchos europeos y se han concientizado del enorme valor de hacer las cosas a su paso.
Las famosas frases norteamericanas como “Do it now!”, “Time is money”, “just in time” y por supuesto “fastfood” deben revalorarse. No es así como debemos vivir.
Con el cristianismo pasa igual, es más me atrevo a pensar que existe un pensamiento paralelo, al querer hacer todo de prisa, por ejemplo, la enseñanza del rapto, que hace que los cristianos entren a un ritmo de vida acelerado creyendo que el siguiente minuto puede darse el rapto, y con esa idea en mente, dejan de estudiar, dejan de trabajar como se debe, dejan al lado muchas cosas importantes creyendo que tienen un rapto que los persigue. El cristianismo se adaptó muy fácilmente al estilo de vida “Fast Food”. Todo rápido, todo de prisa, "algo va a pasar pronto".
Personalmente creo que con esta Reforma actual, el paso es lento, para disfrutarse. No hay rapto que nos persiga. No hay prisas, hagámoslo bien. ¿Cuál es la prisa?.
Tenemos todo el tiempo del mundo, tenemos toda una eternidad para hacer bien las cosas. Disfrutemos cada momento de nuestro cristianismo.
Pongamos en marcha la Reforma, sin prisas, no hay porque acelerarse, dejemos que las cosas se sazonen a su tiempo. Quitemos el sentido de urgencia y instalemos el sentido de importancia en nuestras vidas y en nuestras reuniones. Enfoquémos lo importante. Las prisas sólo llevan a una mala digestión y a una mala salud.
Pensemos dos veces antes de echar a andar programas como “Alcanza al mundo en un año” o “plan 1000 días”. Mira, mucha gente pierde su presente por planear todo el tiempo su futuro.
Muchos cristianos dejan de disfrutar a Dios por esperarlo. ¿Me expliqué? Es tanto su anehelo que Jesús regrese a la Tierra que pierden los mejores momentos de su vida al lado de Dios “tratando de provocar su regreseo” dejan pasar tiempos hermosisímos y todo por estar “trabajando” en que se den las condiciones para que regrese.
Él va a regresar cuando Él quiera. Que trabajes afanado no va cambiar el reloj de su regreso. Y lo más probable es que dejes pasar momentos inolvidables a su lado.
Lo he dicho antes, en esta Reforma, de la Iglesia en casas, o la Iglesia en todo lugar, el crecimiento es muy diferente a otros tiempos, antes la mecánica era ver que las iglesias se convirtieran en mega iglesias, crecer mucho y rápido era la consigna. Y todos trabajábamos en ello. Hoy es diferente.
Hoy debemos disfrutar que somos mejores si somos pocos. Que no llevamos absolutamente ninguna prisa. Que tenemos bien claro el objetivo y que somos productivos. Sin movernos en el estrés de hacer todo rápido.
Si los americanos quieren seguir llevando su vida a la “FastFaood” allá ellos. Nosotros sabemos que todo tiene su tiempo debajo del sol. Y no hay nada que pueda alterarlo.
Hay cosas verdaderamente importantes en la vida como para llevar un estilo FastFood. La familia, los amigos, la conviviencia con otros creyentes, la oración, y todas ellas no tienen atajos, ni vías rápidas, son cosas en las que se requiere tiempo. Mucho tiempo.
Armando Carrasco Z.
Como todos sabemos los principales promotores de la comida Fast Food y su ineherente forma de vida, son los americanos.
Ellos han creído que hacer las cosas rápido tiene mucho que ver con productividad, y así lo exportaron a todo el mundo. Pero esto está cambiando. Europa está demostrando que productividad no quiere decir hacer las cosas rápido.
Hace algunos años empezó el movimiento “Slow Food”, el cual se promueve que los alimentos deben disfrutarse al máximo, con el debido tiempo que se lleve todo el ritual de la comida.
Este movimiento tiene su sede en Italia y su logotipo es un caracol. Este movimiento despertó el análisis de muchos europeos y se han concientizado del enorme valor de hacer las cosas a su paso.
Las famosas frases norteamericanas como “Do it now!”, “Time is money”, “just in time” y por supuesto “fastfood” deben revalorarse. No es así como debemos vivir.
Con el cristianismo pasa igual, es más me atrevo a pensar que existe un pensamiento paralelo, al querer hacer todo de prisa, por ejemplo, la enseñanza del rapto, que hace que los cristianos entren a un ritmo de vida acelerado creyendo que el siguiente minuto puede darse el rapto, y con esa idea en mente, dejan de estudiar, dejan de trabajar como se debe, dejan al lado muchas cosas importantes creyendo que tienen un rapto que los persigue. El cristianismo se adaptó muy fácilmente al estilo de vida “Fast Food”. Todo rápido, todo de prisa, "algo va a pasar pronto".
Personalmente creo que con esta Reforma actual, el paso es lento, para disfrutarse. No hay rapto que nos persiga. No hay prisas, hagámoslo bien. ¿Cuál es la prisa?.
Tenemos todo el tiempo del mundo, tenemos toda una eternidad para hacer bien las cosas. Disfrutemos cada momento de nuestro cristianismo.
Pongamos en marcha la Reforma, sin prisas, no hay porque acelerarse, dejemos que las cosas se sazonen a su tiempo. Quitemos el sentido de urgencia y instalemos el sentido de importancia en nuestras vidas y en nuestras reuniones. Enfoquémos lo importante. Las prisas sólo llevan a una mala digestión y a una mala salud.
Pensemos dos veces antes de echar a andar programas como “Alcanza al mundo en un año” o “plan 1000 días”. Mira, mucha gente pierde su presente por planear todo el tiempo su futuro.
Muchos cristianos dejan de disfrutar a Dios por esperarlo. ¿Me expliqué? Es tanto su anehelo que Jesús regrese a la Tierra que pierden los mejores momentos de su vida al lado de Dios “tratando de provocar su regreseo” dejan pasar tiempos hermosisímos y todo por estar “trabajando” en que se den las condiciones para que regrese.
Él va a regresar cuando Él quiera. Que trabajes afanado no va cambiar el reloj de su regreso. Y lo más probable es que dejes pasar momentos inolvidables a su lado.
Lo he dicho antes, en esta Reforma, de la Iglesia en casas, o la Iglesia en todo lugar, el crecimiento es muy diferente a otros tiempos, antes la mecánica era ver que las iglesias se convirtieran en mega iglesias, crecer mucho y rápido era la consigna. Y todos trabajábamos en ello. Hoy es diferente.
Hoy debemos disfrutar que somos mejores si somos pocos. Que no llevamos absolutamente ninguna prisa. Que tenemos bien claro el objetivo y que somos productivos. Sin movernos en el estrés de hacer todo rápido.
Si los americanos quieren seguir llevando su vida a la “FastFaood” allá ellos. Nosotros sabemos que todo tiene su tiempo debajo del sol. Y no hay nada que pueda alterarlo.
Hay cosas verdaderamente importantes en la vida como para llevar un estilo FastFood. La familia, los amigos, la conviviencia con otros creyentes, la oración, y todas ellas no tienen atajos, ni vías rápidas, son cosas en las que se requiere tiempo. Mucho tiempo.
Armando Carrasco Z.
martes, 25 de septiembre de 2007
Pesca por anzuelo. El estilo de la Iglesia en casas
La iglesia en casa tiene su propia forma de pescar. En lo particular creo que nos estaremos haciendo expertos en la pesca con anzuelo. Las redes las dejaremos un tiempo de lado.
La pesca por anzuelo es uno a uno. Ganar y discipular gente de “OnebyOne”. La pesca por anzuelo busca estar de cerca con la gente. Ganar gente en multitudes está muy bien y hay quienes son llamados a eso y excelente, pero siempre, se pierde el contacto personal del seguimiento.
Cuántas veces hemos escuchado del problema de evangelista masivo que llega a una ciudad y se convierten miles de personas en su evento, pero cuando acaba la campaña del evangelista, esos miles se pierden por falta de seguimiento. Sin embargo no critico la pesca por redes creo que sí hay mucha gente que se salva. Es más creo que es necesario.
Lo mismo sucede con las campañas que usan los medios de comunicación masiva, hay gente que responde al llamado pero después ya no saben qué hacer ni a dónde ir, después de su salvación.
El proceso de pesca en la Iglesia en las casas creo yo debe estar enfocada a la pesca personal y al seguimiento de cerca con aquellos nacidos de nuevo. Pesca con anzuelo.
Debemos hacernos expertos en el marcaje personal, pescar y cuidar el crecimiento. Buscar un discipulado cercano y muy familiar con la gente.
Y no me refiero a “hostigoso” , no me refiero a ser la “sombra” de nuestros vecinos, sino más bien fomentar una sana relación cercana con aquellos que les compartimos y guiarlos en su vida para que alcancen la madurez en Cristo.
Esta labor tiene que llevarla a cabo toda la Iglesia, todo el cuerpo. Todos tenemos que aprender a discipular.
Sin enfocarnos en las masas podemos alcanzar las masas. Si nos enfocamos en el corazón de las personas, nos dirigiremos por efecto a las masas. Si cada miembro de un hogar, se dedica a discipular a uno solo a una sola familia, no sólo ayudaremos a levantar cristianos fuertes sino también multitudes fuertes.
Un paso importante será aprender a pescar con anzuelo y aprender a discipular.
No se trata de alcanzar números, se trata de integrar a alguien a la familia. Los números hablarás por sí solos, pero nuestra mirada debe estar enfocada al corazón personal de la gente.
La gente necesita un abrazo, la gente necesita ser escuchada, la gente quiere amigos, no sólo sermones. Y para lograrlo no hay de otra manera mas que estar cerca de ellos.
Armando Carrasco Z.
La pesca por anzuelo es uno a uno. Ganar y discipular gente de “OnebyOne”. La pesca por anzuelo busca estar de cerca con la gente. Ganar gente en multitudes está muy bien y hay quienes son llamados a eso y excelente, pero siempre, se pierde el contacto personal del seguimiento.
Cuántas veces hemos escuchado del problema de evangelista masivo que llega a una ciudad y se convierten miles de personas en su evento, pero cuando acaba la campaña del evangelista, esos miles se pierden por falta de seguimiento. Sin embargo no critico la pesca por redes creo que sí hay mucha gente que se salva. Es más creo que es necesario.
Lo mismo sucede con las campañas que usan los medios de comunicación masiva, hay gente que responde al llamado pero después ya no saben qué hacer ni a dónde ir, después de su salvación.
El proceso de pesca en la Iglesia en las casas creo yo debe estar enfocada a la pesca personal y al seguimiento de cerca con aquellos nacidos de nuevo. Pesca con anzuelo.
Debemos hacernos expertos en el marcaje personal, pescar y cuidar el crecimiento. Buscar un discipulado cercano y muy familiar con la gente.
Y no me refiero a “hostigoso” , no me refiero a ser la “sombra” de nuestros vecinos, sino más bien fomentar una sana relación cercana con aquellos que les compartimos y guiarlos en su vida para que alcancen la madurez en Cristo.
Esta labor tiene que llevarla a cabo toda la Iglesia, todo el cuerpo. Todos tenemos que aprender a discipular.
Sin enfocarnos en las masas podemos alcanzar las masas. Si nos enfocamos en el corazón de las personas, nos dirigiremos por efecto a las masas. Si cada miembro de un hogar, se dedica a discipular a uno solo a una sola familia, no sólo ayudaremos a levantar cristianos fuertes sino también multitudes fuertes.
Un paso importante será aprender a pescar con anzuelo y aprender a discipular.
No se trata de alcanzar números, se trata de integrar a alguien a la familia. Los números hablarás por sí solos, pero nuestra mirada debe estar enfocada al corazón personal de la gente.
La gente necesita un abrazo, la gente necesita ser escuchada, la gente quiere amigos, no sólo sermones. Y para lograrlo no hay de otra manera mas que estar cerca de ellos.
Armando Carrasco Z.
lunes, 24 de septiembre de 2007
Vital; las nuevas traducciones de la Biblia para la Iglesia en las casas
Las nuevas versiones de la Biblia, herramienta crucial para la operación global de la Iglesia en todo lugar.
Cuando salió la nueva versión internacional se escucharon muchas cosas a favor y en contra, pero lo cierto es que aclara muy bien el panorama global de la Biblia. A mi me gustó, de hecho empecé a leer mi devocional en ella para darme una idea de esta nueva traducción.
Pero hace unos días me topé con otra traducción de la Biblia con el mismo enfoque de actualizar el lenguaje para hacer más claro el mensaje.
La verdad estoy fascinado con esta nueva versión. El entendimiento de Su Palabra se ha ampliado, estoy como recién convertido cuando descurbí la Biblia. Y esto me ha hecho pensar mucho.
Ustedes saben que he escrito en esta página lo importante y crucial que resulta cambiar la estructura mental del lenguaje en nuestras vidas, de un lenguaje religioso a uno contemporáneo.
Por eso creo que las nuevas traducciones de la Biblia nos ayudarán a romper esos esquemas del lenguaje religioso por uno más actual.
Creo que en nuestras pequeñas reuniones en casa leer la biblia en sus nuevas traducciones serán una parte fundamental no sólo para ayudar a cambiar nuestro lenguaje, sino para entender más ampliamente Su Palabra.
Si los que hacemos Iglesia en todo lugar predicamos que las enseñanzas de la Biblia son sencillas, entonces debemos hablar de manera sencilla y actual.
La escencia de Su Palabra es la misma, sólo se cambió la forma. El contenido de la palabra es el mismo, su poder y su amoroso mensaje siguen transformando vidas.
Armando Carrasco Z.
Cuando salió la nueva versión internacional se escucharon muchas cosas a favor y en contra, pero lo cierto es que aclara muy bien el panorama global de la Biblia. A mi me gustó, de hecho empecé a leer mi devocional en ella para darme una idea de esta nueva traducción.
Pero hace unos días me topé con otra traducción de la Biblia con el mismo enfoque de actualizar el lenguaje para hacer más claro el mensaje.
La verdad estoy fascinado con esta nueva versión. El entendimiento de Su Palabra se ha ampliado, estoy como recién convertido cuando descurbí la Biblia. Y esto me ha hecho pensar mucho.
Ustedes saben que he escrito en esta página lo importante y crucial que resulta cambiar la estructura mental del lenguaje en nuestras vidas, de un lenguaje religioso a uno contemporáneo.
Por eso creo que las nuevas traducciones de la Biblia nos ayudarán a romper esos esquemas del lenguaje religioso por uno más actual.
Creo que en nuestras pequeñas reuniones en casa leer la biblia en sus nuevas traducciones serán una parte fundamental no sólo para ayudar a cambiar nuestro lenguaje, sino para entender más ampliamente Su Palabra.
Si los que hacemos Iglesia en todo lugar predicamos que las enseñanzas de la Biblia son sencillas, entonces debemos hablar de manera sencilla y actual.
La escencia de Su Palabra es la misma, sólo se cambió la forma. El contenido de la palabra es el mismo, su poder y su amoroso mensaje siguen transformando vidas.
Armando Carrasco Z.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)