Es impresionante la fuerza de una estructura.
Una vez que se ha levantado es imposble hacer cosas que no vayan de acuerdo a ella.
Vamos a poner un ejemplo; Si edificas una casa con 3 puertas y dos ventanas, la única forma de salir por esa casa es por esas tres puertas, en alguna ocasión de emergencia podrías ocupar las ventanas, pero de otra manera es imposible, sólo destruyéndola.
Esta estructura "te gobierna" por dónde debes salir y por dónde debes entrar, dónde bañarte y dónde tender la ropa, etc. La estructura te gobierna.
Lo mismo pasa con las estructuras en las iglesias, son infranqueables e inamovibles. Y de igual forma te gobiernan. Ya está dictado el camino que se debe seguir. ES IMPOSIBLE HACERLO DE OTRA MANERA
Mira; aún pastores que quieren el vino nuevo e intentan cambiar no pueden hacerlo, su gente tiene más fuerza que sus buenas intenciones. Aquí es donde se requiere de la unción apostólica que puede destruir cimientos y puede volver a levantarlos. Los apóstoles trabajan a nivel fundamento.
En Lucas 5:37 vemos que Jesucristo dice:
"Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo romperá los odres y el vino se derramará, y los odres se perderán"
Es claro si intentas echar vino nuevo en una estructura antigua ésta se rompe.
Y Dios no está interesado en desperdiciar su vino ni en destruir odres. Él ama a los odres...por muy viejos que sean.
Él, cuando quiere enviar vino nuevo prepara odres nuevos. (Ojo; NO PARCHADOS) Si quieres ese vino INVARIABLEMENTE debes abandonar el odre viejo y levantar uno de cero.
El odre actual sea cual sea te gobierna para tus ministerios, para la educación de tus hijos, para tu discipulado, para tus finanzas, te dicta el A y la Z de tu vida. Esa es una característa de las estructuras.
Cuando se habla en contra de las estructuras no hablamos de que no debe haber estructuras, sólo estamos diciendo que las estructuras con el tiempo al igual que el vino se añeja y cuando viene una verdad presente se requiere de una estructura que tenga la capacidad de contener esas verdades...ese vino nuevo.
Y que ese nuevo odre gobierne nuestras vidas de acuerdo al vino nuevo.
Lo ideal sería que todos tuvieramos la capacidad de cambiar de odres cada vez que hay vino nuevo.
Ahora que quieres implantar la Iglesia en las casas y en todo lugar debes entender que es neceario empezar con una estructura nueva capaz de contener el vino nuevo de Dios.
Armando Carrasco Z.
jueves, 23 de agosto de 2007
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