De un momento a otro todos los pastores se convirtieron en apóstoles.
Yo recuerdo haber leído un artículo donde un apóstol solicitaba que los pastores dieran lugar al ministerio apostólico. Que los recibieran en sus congregaciones.
Pero el sistema pastoral fue más listo. Los pastores se convirtieron en apóstoles. Le dieron "cabida" al ministerio apostólico convirtiéndose en apóstoles. Y ahora vemos apóstoles por todos lados. Lo más curioso es que ahora han surgido apóstoles de apóstoles.
La mayoría de ellos creen que están en la Reforma sólo por el hecho de llamarse apóstoles. Se proclamó por los cuatro vientos que la Reforma era el movimiento apostólico. Por eso ahora los que se nombran apóstoles creen que están reformando la Iglesia. Nada más lejos de la verdad.
Por otro lado, cuando el Espíritu Santo anunció la Reforma, hace algunos años, visitó a su Iglesia. Y sucedieron dos cosas:
Primero.
Muchos no le hicieron caso y se quedaron saboreando las manifestaciones propias de la visitación. Se quedaron en la búsqueda de las manifestaciones sin importarles conocer el mensaje de Reforma.
Ahora en sus reuniones buscan provocar el ambiente para que se den las manifestaciones y en algunas, lo logran, lo triste es que si no hacen un espacio para escuchar el mensaje, menos lo harán para dar un paso al cambio.
Segundo.
Hubo quienes alcanzaron a escuchar la voz del Espíritu Santo acerca de las estructuras. Pero no entendieron a cabalidad, creyeron que se referia sólo a hacer cambios superficiales en el organigrama o en el formato de las reuniones, muchos están proclamando que Reforma es poner "ancianos" en la estructura congregacional, otros dicen que las reuniones deben dar libertad al Espíritu Santo, creyendo que estos son los cambios de estructura.
Y aunque en principio son cosas ciertas, la Reforma actual va mucho más allá. La reforma actual tiene que ver con destruir todo lo que conocemos y empezar de cero, pero como los pastores, los nuevos apóstoles, no están dispuestos a hacerlo seguirán con el mismo vino que han disfrutado hasta el momento.
Era obvio que Dios hablara de apóstoles al anunciar una Reforma, porque son ellos los únicos que pueden trabajar a nivel cimientos, según la Biblia ellos ponen los fundamentos, así que los apóstoles sólo eran un medio para lograr la reforma, pero el hombre los puso como meta, como objetivo final, "llegar a ser apóstol" para ellos esa fue la Reforma.
Si realmente queremos entrar a la Reforma, tendremos que dejar no muchas cosas, tendremos que dejar todo lo que hemos construido, para empezar de cero.
La pregunta es muy sencilla: ¿Qué tanto estamos dispuestos a entrar en una genuina Reforma?
Armando Carrasco Z
lunes, 27 de agosto de 2007
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